Llevamos dieciséis días confinados en casa, ahogados en noticias que, por lo general, son negativas, con incertidumbre por saber qué pasará, con nuestros trabajos, con nuestro estilo de vida.. y todo esto genera miedo. Todo ser humano tiene miedo a lo desconocido. Ya lo decía el refrán, "más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer."
¿Pero todo esto es TAN malo? estamos tan inmersos en la negatividad de los sucesos, tan asustados y acongojados, que no somos capaces de ver el lado positivo que podemos sacar de todo esto.
Es triste, que tengamos que confinarnos en nuestros hogares, y tenga que pasar eso para que se consiga un auge de creatividad, frentes unidos que no entienden de fronteras, actos de bondad para con nuestros mayores, disminución de la contaminación atmosférica o limpieza de los canales de Venecia, entre otros.
Al final, es posible que nosotros seamos ese virus, y como no, el universo siempre se desenvuelve como debe. Como dijo Kurt Vonnegut:
"Somos terribles animales. Creo que el sistema inmunológico de la Tierra está tratando de deshacerse de nosotros, como así debe ser."
A lo mejor, necesitamos un momento de reflexión para entender, que vivimos corriendo, como pollos sin cabeza, sin tiempo para pensar. Constantemente observamos cómo vamos destruyendo poco a poco nuestro maravilloso planeta, y al igual que un corazón cansado de latir, necesita soltar todo el acúmulo de sobrecarga por algún sitio.
Podemos tomarnos esto como una reflexión global, ya no hablamos de individualismo, puesto que esto es algo que causamos todos, que nos afecta a todos y que pagamos todos: conciencia global.
Y al margen de la conciencia social que podemos tomar a cerca de todo esto... ¿qué ha aprendido cada uno de esta crisis?
En condiciones normales nos repetimos y excusamos una y otra vez con que "no tenemos tiempo", para reflexionar sobre lo que queremos, lo que pretendemos, lo que tenemos en el día a día y no valoramos, a lo que damos importancia y en realidad no la tiene o al menos no tanto como para quitarnos el sueño, el hambre o incluso la amistad en ciertos casos...
Nos hemos visto obligados (literalmente) a parar. A des-conectar, para volver a re-conectar.
En mi caso, al margen de múltiples estrategias psicológicas para mantener la mente en un óptimo estado de salud, dedico buena parte del día al pensamiento como mecanismo de aprendizaje.
He aprendido cuánto vale lo que tenemos cada día, poder quedar con amigos y charlar, poder ir a trabajar, el tener a una persona (o varias) que comparta(n) tu camino y te acompañen en tu día a día. La suerte que tenemos de abrazarnos, y las pocas veces que lo hacemos. La estupidez humana que manifestamos cuando nos negamos a ir a clase para poder aprender, para interaccionar con las personas. Somos tontos por no valorar la esencia de la sencillez.
Somos seres sociales, y si seguimos la definición de "salud" según la OMS, ahora mismo, el planeta está enfermo. Sufrimos una pandemia, no solo por COVID-19, sino por falta de socialización, por decadencia mental, porque es tremendamente difícil parar, y cuidar nuestros aspectos mentales.
Es curioso que tras este parón, gracias a las tecnologías, nos vemos más unidos a muchas personas que nunca. Y aún así, como sociedad occidental que somos, seguimos siendo individualistas. ¿Es posible que por eso, sociedades como Japón, tienen un índice de longevidad mucho más largo que el nuestro? pensamiento colectivo. Nada más y nada menos.
Aquí va la opinión de un gran experto, que a su vez copia a los expertos:
"Sería bonito, que cuando termine todo esto (porque terminará) el mundo se llene de primeras veces. Otra vez."
Tenemos una gran suerte y oportunidad: volver a empezar. Volver a empezar de cero para mejorar como personas, para ser generosos, para ser más humanos, más colectivos, con las ideas más claras. Generosidad, un factor protector de la salud mental. Te propongo hacer algo cada día para que tu futuro "yo" se sienta orgulloso y feliz. En ese caso, habremos ganado algo muy grande.
¿Y tú, qué has aprendido de todo esto? Me sumo al movimiento #ESELMOMENTOAHORA y #DESDECASAJUNTOS para poder aportar mi granito de arena y que consigamos salir ilesos de esta, siendo más humanos y por una vez, menos destructivos.
Por último, una recomendación, para todos aquellos que siempre supieron que la filosofía era buena para algo, pero nunca supieron decir exactamente para qué:
Añado un pdf con el libro, para quienes no tengan posibilidad de conseguirlo y quieran leerlo, no puedan decir "no puedo":
"La imaginación aviva y enriquece tanto la mente del ser humano como su experiencia vital."
Excelente aportación. Cualquier crisis es una buena ocasión para mejorar.Esta inmensa putada que nos coloca en esta situación de confinamiento, es también una oportunidad que debemos aprovechar. Y salir mejorados del envite.
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